jueves, 10 de septiembre de 2009

Debe haber "alguien" detrás de todo?



Maravillarnos ante la aparente perfección del cosmos, desde una pompa de jabón, hasta las de una bella musa (Ji, o muso pues), pasando por las estructuras de copos de nieve, fractales, movimientos precisos y calculables de los astros y resplandores multi-tonales de un atardecer cotidiano sobre la laguna, resulta abrumador como para no acabar convencido de la genialidad de… alguien detrás de todo, que diseñó un plan para que así fuesen las cosas. Y entonces decir: Orden luego Plan; Plan luego Dios. ...[...]

A Record Of Life from Owen Gatley on Vimeo.



He aqui el "plan accidental, devenir azaroso y complejo, que hasta el momento no tiene un autor tipo deidad... solo Animista.

Con respecto al COSMOS, una inevitable lógica humanoide nos obliga a articular (en símil a la duda metódica de Descartes) un argumento como el anterior.

Vayamos por paso por paso;

1. El ORDEN es la peculiar y precisa organización de las partes.
2. Suele complementarse con… dispuesta a alcanzar uno, o varios cometidos.
3. Esta organización implica la presencia de un cauce donde se van ligando correspondientemente las causas y sus efectos, sucesivamente (determinismo). Es decir, es una organización tanto en el espacio como en el tiempo.
4. La temporalidad implicada en la organización entre causas y efectos, aparenta una finalidad intencional.
5. Organizar en función de una finalidad intencionada, supone ser una acción inteligente.
6. Juntas; la sucesión, la finalidad intencional y la aparente inteligencia, sugieren ser UN PLAN.
7. Finalmente, todo esto hace suponer que una inteligencia elaboró un plan con finalidades intencionales, dentro de las cuales se implicaría un sentido (razón de ser, o significado último) para todo; un Dios.

Bajo esta argumentación, la lógica funciona igualmente como tal, un sistema ordenado, más no inmune a su falsación. Misma que se ubica justo en el inter del paso uno al paso dos. Basta con cuestionar la certeza de que el orden sea forzosamente una organización dispuesta a alcanzar cometido(s). No porque el hombre venga ancestralmente persiguiendo cometidos para sobrevivir quiere decir, que a imagen y semejanza, el Cósmos también.

¿Es concebible un orden cósmico sin cometido alguno? ¿Dónde y qué nos obliga a concebir el orden forzosamente como parte de un plan con cometido, metas y objetivos? El hecho de que estemos siendo capaces de descifrar y entender patrones de ordenamiento, no nos obliga a entenderlo como parte de un plan.

La tesis que se puede leer en los científicos empieza igualmente en ORDEN más no termina en DIOS, ya que tampoco pasa por la idea de un PLAN. ¿Cómo sería esta ecuación Cartesiana donde a partir de la observación de un ORDEN en el Cosmos, concluye en que aún no se manifiesta la presencia de una inteligencia capaz de denominarse DIOS?

Las variables que aparecen entonces son CAOS, AZAR y NADA (o nihilismo):

Sin embargo, para la ciencia, la cual se ha ceñido únicamente a descifrar lo posiblemente descifrable cada día, no considera el caos como la ausencia de orden, sino como un orden, ciertamente, mucho más complejo, donde la relación causa-efecto es difícil de observar, produciendo lo impredecible. El caos es parte del orden del universo y no algo que se deriva de él. En cambio, el AZAR es la manifestación de una gran complejidad en el desarrollo de los eventos causales y sus muchos probables efectos en el cosmos.

Los hombres de ciencia, como Darwin y Einstein, encontraron cada uno en su campo, que el devenir parecía azaroso por la complejidad implícita en la evolución de las especies y el comportamiento del Universo, respectivamente. De alguna forma, tomaron conciencia de un proceso sumamente complejo, pero finalmente, ordenado, donde las probabilidades llevaron al status quo actual del cosmos y la naturaleza terrestre. O sea, un proceso aparentemente azaroso, en lugar de un PLAN determinista.

Por lo tanto, la ecuación científica, hasta el momento es:
1. El ORDEN es la peculiar y precisa organización de las partes.
2. Donde, no necesariamente está dispuesta a alcanzar cometido alguno.
3. Esta organización implica la presencia de un cauce donde se van ligando correspondientemente las causas y sus efectos, sucesivamente (determinismo). Es decir, es una organización tanto en el espacio como en el tiempo que va adquiriendo complejidad (ver entropía) en crecientes probabilidades de desenlace.
4. La temporalidad implicada en la compleja organización probabilística entre causas y efectos, da la ilusión de caos y azar, y no da lugar a entenderlo como una finalidad intencionada.
5. Organización sin función de alcanzar finalidad intencionada alguna, supone ser una acción que no corresponde a una acción inteligente.
6. Juntos; la sucesión azarosa, la entropía (tendencia a la complejidad de un sistema ordenado) y la nula apariencia de una acción planeada e inteligente, no sugieren un plan, sino a un devenir azarosamente COMPLEJO.
7. Finalmente, todo esto hace suponer que ante la ausencia de un plan evidente con finalidades intencionales, nos mantiene sin encontrar un sentido (razón de ser, o significado último) para todo; o un Dios.

Cabe advertir, que al modo agnóstico, la ciencia es incapaz de negar esa posiblidad, por menor, absurda o ridícula, que le parezca.
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[...] más?

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