viernes, 26 de junio de 2009

LA TEORÍA DE "TODO"


Cuando los físicos, como Michu Kaku llegan a hablar de dios, no lo hacen aludiendo a dioses de religión alguna. Capacitados también para usar lenguaje metafórico nos dicen que hay dos tipos de dioses; el dios de las religiones, el dios personal de los rezos, los libros sagrados y de la razón primera y última de todas las cosas; y otro dios, tipo animista, dios de la armonía que explica las razones del porque las cosas son como son. Del por qué hay orden y no caos; y del por qué una ecuación matemática puede describirlo. Bajo esta metafórica forma de hablar sobre física, el génesis versaría así:

Al principio de los tiempos solo estaba la palabra, y cuando la palabra estaba con dios, la palabra era dios. Esa palabra para los físicos es el quantum…
Al principio estaba el principio cuántico; ahí había nada. El principio cuántico dice que inclusive la nada es inestable. Y de donde la nada era inestable, burbujas se empezaron a formar y a expandir rápidamente. Ese es el Big Bang. Big Bangs se suceden todo el tiempo en océanos de nada.

Donde empieza y donde terminan las metáforas, es incierto. Pero este llamado “dios” en lenguaje metafórico, traducido a lenguaje matemático, sería la ecuación de la “Teoría de Todo”.


(ver los 3 capitulos mas aqui)



Así de ambicioso, la teoría de todo incluiría los misterios de las dimensiones intangibles para el ser humano, la materia oscura, la anti-materia, los hoyos negros, los quarks, el quantum, el tiempo, el espacio, la inteligencia, el amor y el sentido de la vida. Esta teoría supuestamente puede ser, la teoría de las supercuerdas… frecuencias de filamentos vibrando en lugar de partículas. Una teoría muy musical, que además de todo implica la existencia de 10 dimensiones paralelas a la nuestra. Finalmente, esta podría ser la naturaleza del dios metafórico al que hemos estado aludiendo:

“La mente de dios es música resonando en 10 dimensiones híper-espaciales”.

Parece que nuestra capacidad es suficiente para entender el secreto del universo. Tal cosa, pareciera que pudiera expresarse en una sola ecuación matemática; la ecuación de “Todo”. Y entonces así, conocer la razón del; quantum, del Big Bang, de las galaxias, del ADN, del ser humano, incluso del amor… del por qué hay orden y no caos; y del por qué una ecuación matemática podría describirlo. Hoy tenemos dos ecuaciones que describen dos partes de nuestro universo. Una para lo muy pequeño, la ecuación de la teoría cuántica, y la teoría para lo muy grande; la ecuación de la teoría de la relatividad. Hoy, el sueño de los físicos como Michu Kaku es entender el universo que pueda expresarse en una ecuación… de una pulgada de largo.

En la imagen superior está un intento de ecuación propia para el Todo, donde; T= Todo. Las ecuaciones mas significativas de la teoría de la relatividad (masa y energía) y de la teoría cuántica (principio de incertidumbre) están una sobre otra; y la teoría de las cuerdas representada con la M de música elevada a la potencia de una nota musical. Sobre una supuesta geometría representativa de la teoría de las súper cuerdas (calabi yau).

miércoles, 10 de junio de 2009

El Desarrollo con LUPA

Siendo simplistas, y exagerados (ojalá), una gráfica del "desarrollo" por países podría ser la siguiente, donde nuestro país (como otros) aparece en línea color verde; Algún otro país con un desarrollo de tendencia satisfactoria aparece en magenta:


Si fuera posible inyectar algo de fantasía, y pudieramos analizar con LUPA las lineas, podriamos tal vez, identificar las particulas lineares que definen las tendencias y descubrir el porque a algunos paises como el nuestro, les cuesta tanto trabajo el desarrollo...



Económico, industrial, político, académico, científico, intelectual, artístico, humano, o todos juntos, es probable que se aplique por igual... Encontramos que cada particula líneal dentro de la gran trayectoria, representa los atomos constituyentes de la sociedad, ya sean instituciones, grupos de personas o individuos, que tienen su propia tendencia de pensamiento, indispuestos a ceder y convencidos de tener la razón absoluta.

[...] no hay mas




miércoles, 3 de junio de 2009

Incertidumbre Sustentable

Teorías Conspiratorias, Posibilidades entre azar y determinismo.


Preocupado como yo, por el imaginario social que reiterativamente recurre a teorías conspiratorias, al empezar su artículo “Conspiración y Síndrome de Jezabel”, Roger Bartra escribe…

Acaso la gente necesita combatir la imagen del caos con teorías que den coherencia al contorno amenazador. La idea de que vivimos en un mundo completamente azaroso donde puede ocurrir cualquier cosa sin causa visible resulta repelente….


Suena lógico que las personas nos sintamos más cómodos cuando las causas de las emergencias sean visibles; cuando los culpables son detectados; cuando las amenazas tienen razones comprensibles. Pero aún así… aún cuando dentro de las posibles causas, hay una teoría sensatamente lógica, es la grandilocuencia de la teoría conspirativa la que gana más adeptos. Especialmente en una sociedad desconfiada de por sí, y más en torno a sus autoridades. O sea, es el tamaño de la misma, o del tamaño de su improbabilidad. Nos sorprende más la historia donde de quien menos te lo esperas, resulta ser el culpable. La madre, el padre, la autoridad. Acusando un poco de delirio de persecución, la gente le utiliza también como alivio al distinguirse de los demás ingenuos que se creen todo lo que les dicen las autoridades, cuando según ellos, en realidad existe una oscura conspiración que se aprovecha de su ingenuidad. (Todo ej un complo)

Efectivamente, la imagen del caos y del devenir azaroso pueden parecer poco atractivos para la gente ávida de tener, al menos, una teoría que le explique los fenómenos que se le aparecen en su mundo. Es esta incapacidad de reconocer algún grado de incertidumbre en nuestra cotidiana realidad. Necesitamos de una incertidumbre sustentable suficiente para no dejarnos tentar por la seductiva teoría conspiratoria, ni por la ingenuidad de la sumisa credulidad ante toda explicación.

En un caso reciente, el de la influenza, tan no ha sido completamente azaroso, que ya se tenía mundialmente predicha la aparición de un tipo de influenza, más era incierto el como y el cuando. Sin embargo, son conocidas las teorías que surgieron, desde bio-terrorismo hasta haber sido realmente inexistente, y usado solo como distractor.

Bartra recomienda la lectura de Voodoo Histories: The Role of the Conspiracy Theory in Shaping Modern History, escrito por David Aaronovitch, donde se ahonda en el tema. Por lo que Bartra nos dice, aquí se reflexiona tanto en la frecuente falsedad de las teorías conspiratorias como en la crítica al extremo opuesto que acepta la realidad en causas puramente azarosas y accidentales. ¿Es entonces una combinación? ¿Conspiración y azar?

En el caso del que hablamos, la influenza; Resulta conspiratorio que a sabiendas de la amenaza, los gobiernos no hubiesen hecho lo suficiente para estar perfectamente preparados (Pero cómo? si es tan incierto) Y resulta azaroso cuando era completamente incierta la manera en que el virus se trasladaría y mutaría.

Como toda buena falacia (y charlatanería), la teoría conspirativa suele nutrirse en un porcentaje de verdad, desvariando luego en las suposiciones más variadas. Mejor si se incluyen personajes de rango o sucesos precedentes.

Para mí, esto es relevante en función de cómo la diferencia de posturas, marca una connotación de maldad, o no maldad, en la naturaleza del ser humano. Quien es afecto a la teoría conspiratoria, suele también desconfiar de su especie, el ser humano… Suele considerarle una especie de virus que ha infectado el planeta con sus sucios pies, necesidades y pasiones. Yo, le tengo mucho mas afecto, confianza, orgullo y amor a mi especie.

La maldad contenida en un complot contra el ciudadano común, al hacerle creer de la existencia de un virus mortal cuando este no existiera… utilizar los medios, los poderes, infundir miedo... todo para el engaño y la distracción de otros temas, me parece de una gran malicia… Por otro lado, la inmensa y perfecta orquestación necesaria entre entidades locales e internacionales, inmersas en diferentes intereses, sería demasiado como para que solo se utilizara con fines de engaño. Con esa capacidad de organización, utilizándose para el bien, ya hubiésemos logrado la paz mundial.

Necesitamos tener una confianza y una incertidumbre, sustentables y suficientes
para no dejarnos tentar por la seductiva teoría conspiratoria, ni por la
ingenuidad de la sumisa credulidad ante toda explicación.



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